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Como no avía tenido la posibilidad de visitar tierras más
allá de las mías, la primera oportunidad llego en el viaje de bodas en el año
1965. Muy habitual en aquellos tiempos, la economía del país no daba para
coches todavía, eran escasos y un recién casado era más común que no tuviera que lo contrario, así
que con mi reciente esposa nos agenciamos un quilométrico de la RENFE y
visitamos Zaragoza, Madrid, Toledo, el Escorial y terminamos el viaje en
Valencia, una ruta que no estaba mal en aquellos tiempos.
Fue un inicio para empezar a caminar por otros lugares de lo
conocido. A lo largo del tiempo hemos caminado a lo largo y ancho de España,
abecés con los hijos, otras con amigos y otras solos, en todas hemos sacado
experiencias positivas y no tanto de todo hemos tenido, es la gracia de viajar
y el precio que se paga por conocer lugares bonitos y gentes amables que te
encuentras caminando por este mundo.
Hemos caminado por España de norte a sur y de este a oeste
en todos los sitios hay cosas a destacar y esto pretendo hacer con mis relatos
a través de los pasos dados por distintas tierras muy distares entre ellas,
pero gratas de recordar.